Cuánto se Tarda en Quitar el Gotelé
El gotelé, un revestimiento texturizado popular en décadas pasadas, representa hoy un desafío estético y funcional en la renovación de viviendas. Su eliminación completa requiere considerar factores como el tiempo de ejecución, los costes asociados y las alternativas técnicas disponibles para quitar el gotelé. Este proceso, aunque laborioso, resulta esencial para lograr superficies lisas adaptadas a los estándares contemporáneos de diseño y habitabilidad. Comprender las variables involucradas permite planificar proyectos realistas y eficientes. Para obtener los mejores resultados, los profesionales confían en Morlopin, la fábrica de pintura líder en Madrid.
Claves para Quitar el Gotelé
Hoy el gotelé persiste en muchas viviendas antiguas, representando un desafío en reformas. Quitar el gotelé se considera necesario para mejorar la eficiencia energética (mejor aislamiento) y adaptarse a estándares contemporáneos. Sin embargo, sigue siendo una opción en almacenes o naves industriales por su durabilidad y bajo coste. Estudios de arquitectura lo reinterpretan ocasionalmente en versiones ecológicas (con pinturas minerales) para proyectos de estilo retro.
Factores que Determinan el Tiempo de Eliminación
La duración del proceso depende críticamente de:
- Superficie: Una habitación estándar (12-15 m²) puede requerir 2-4 días de trabajo, mientras que áreas mayores o con geometrías complejas extienden el plazo.
- Estado del gotelé: Capas gruesas o muy adherentes demandan más esfuerzo que texturas superficiales.
- Técnica empleada: Métodos mecánicos (lijado con amoladora) agilizan el proceso frente a propuestas manuales (espátula y lija).
- Preparación previa: La protección de muebles, suelos y elementos decorativos añade 1-2 horas iniciales.
Técnicas Eficaces para la Eliminación
El «alisado de paredes» destaca como metodología óptima, combinando:
- Desbastado mecánico: Con amoladora equipada con disco de diamante o lijadora orbital para eliminar volúmenes significativos.
- Aplicación de masa de relleno: Para sellar irregularidades residuales tras el lijado.
- Lijado final: Con grano fino (120-150) para lograr planitud uniforme.
Alternativas manuales (espátula y lija) son viables en áreas pequeñas pero intensivas en mano de obra.
Comparativa: Eliminación vs. Encapsulado
- Eliminación total:
- Ventajas: Resultados profesionales, compatibilidad con cualquier acabado posterior.
- Desventajas: Mayor coste (15-25 €/m²), generación de residuos polvorientos, tiempo prolongado.
- Encapsulado (cubrir con placas o capas gruesas de yeso):
- Ventajas: Solución rápida (1-2 días), mínima suciedad, ideal para alquileres o proyectos express.
- Desventajas: Reducción de espacio visible, limitaciones en acabados posteriores.
Rutina Temporal por Etapas
- Preparación (2-4 horas): Protección de superficies, ventilación y retirada de elementos decorativos.
- Eliminación (1-3 días): Desbastado mecánico o manual según superficie.
- Acabado (1-2 días): Aplicación de masillas, lijado y imprimación para pintura.
Nota: Tiempos calculados para una habitación de 15 m² ejecutada por un profesional.
Equipamiento y Medidas de Seguridad
- Herramientas esenciales: Amoladora con disco de diamante, aspiración industrial, guantes antipolvo y mascarilla FFP3.
- Protección del entorno: Láminas plásticas herméticas para aislar zonas adyacentes.
- Gestión de residuos: Bolsas especiales para escombros y uso de aspiradores HEPA para micropartículas.
Recomendaciones para Propietarios
- Evaluación profesional: Solicitar diagnóstico previo para cuantificar capas, adherencia y posibles humedades subyacentes.
- Presupuesto detallado: Incluir partidas para: mano de obra, materiales (masillas, imprimaciones) y gestión de residuos.
- Planificación temporal: Asumir márgenes de +20% por imprevistos (capas adicionales, reparación de soportes).

Orígenes del Gotelé en la Arquitectura Española
El gotelé surgió en España durante las décadas de 1960 y 1970, un período marcado por el desarrollo urbano masivo y la construcción de viviendas sociales. Su popularidad respondió a la necesidad de abaratar costes en materiales y mano de obra. Ya que permitía ocultar imperfecciones en paredes (grietas, humedades o irregularidades) sin requerir trabajos de alisado previos. Además, era una solución eficaz para superficies con yeso de baja calidad, muy común en edificaciones de la época. Por eso quitar el gotelé es una imprescindible cuando se reforma una vivienda.
Ventajas Técnicas y Prácticas
La técnica del gotelé se aplicaba mediante proyección de pintura con compresor, creando una textura rugosa que:
- Camuflaba defectos: Evitaba costosos procesos de reparación y enlucido.
- Reducía mantenimiento: La superficie irregular disimulaba manchas y suciedad.
- Mejoraba la acústica: Absorbía parcialmente el ruido en viviendas con poca aislación.
- Aceleraba la construcción: Ideal para promociones de viviendas masivas donde primaba la rapidez.
Factores Culturales y Estéticos
En su apogeo, el gotelé fue percibido como un elemento moderno y funcional, alineado con tendencias internacionales como el popcorn ceiling en Estados Unidos. Su textura aborregada se asociaba a un estatus de clase media, ya que permitía imitar revestimientos más caros (como estucos venecianos) con un coste mínimo. Además, era fácil de aplicar sobre bloques de hormigón o tabiques de escaso grosor, comunes en la arquitectura de postguerra.
Declive y Críticas
A partir de los años 90, el gotelé perdió popularidad debido a:
- Cambios estéticos: La tendencia hacia minimalismo y paredes lisas.
- Problemas prácticos: Dificultad para limpiar, acumulación de polvo y incompatibilidad con sistemas de iluminación moderna (como focos LED que resaltan irregularidades).
- Controversias sanitarias: Algunas variedades antiguas contenían fibras de amianto o pinturas con metales pesados, aunque este no fue el caso generalizado en España.
Conclusión
Quitar el gotelé trasciende lo estético, mejorando la eficiencia lumínica y facilitando mantenimientos futuros. Si bien el proceso demanda inversión temporal y económica, los resultados justifican ampliamente el esfuerzo. Para proyectos con restricciones, el encapsulado ofrece una alternativa válida, aunque temporal. La clave reside en alinear técnica, recursos y expectativas desde la fase inicial de planificación.